Cuando pensamos en activos de inversión, solemos pensar en acciones, bonos, fondos o inmuebles. Pero hay un recurso fundamental para la vida que está ganando atención entre los inversores: el agua. No solo es esencial para nuestra supervivencia, sino que también es un recurso escaso y cada vez más valioso. En este artículo te explico por qué podría tener sentido invertir en agua y qué opciones tienes para hacerlo.
Por qué invertir en agua
El agua es un bien imprescindible para todos los sectores de la economía: agricultura, industria, energía, consumo… Sin embargo, su disponibilidad no es infinita. El cambio climático, la sobreexplotación de recursos hídricos y el crecimiento poblacional están poniendo en tensión las reservas de agua dulce en muchas partes del mundo.
Esta situación convierte al agua en un activo estratégico. Las empresas que trabajan en su gestión, purificación, distribución o tecnologías de eficiencia hídrica están ganando protagonismo. Además, hay países y regiones que están desarrollando normativas y planes de inversión masivos para garantizar el acceso y la sostenibilidad del agua.
Invertir en agua puede ser, por tanto, una forma de:
- Protegerse frente a la inflación a largo plazo.
- Diversificar la cartera con un activo vinculado a una necesidad real.
- Apostar por la sostenibilidad y la inversión responsable.

Cómo invertir en agua: vías disponibles
Aunque no puedes comprar agua como si fuera oro, sí puedes invertir en empresas y fondos relacionados con su gestión. Estas son algunas de las formas más comunes de hacerlo:
1. Acciones de empresas del sector hídrico Hay empresas que se dedican directamente a la gestión del agua: tratamiento, distribución, depuración, infraestructura o tecnología. Algunas de las más conocidas a nivel global son:
- Veolia Environnement (Francia)
- American Water Works (EE.UU.)
- Xylem Inc. (EE.UU.)
- Suez (Francia)
Estas empresas cotizan en bolsa y puedes invertir en ellas a través de cualquier broker que permita operar en mercados internacionales.
2. ETFs especializados en agua Si prefieres diversificar en lugar de elegir una sola empresa, puedes optar por ETFs (fondos cotizados) que agrupan a varias compañías del sector. Algunos de los más populares son:
- Invesco Water Resources ETF (PHO)
- iShares Global Water ETF (IH20 o CGW)
- Lyxor World Water ETF
Estos ETFs replican índices que agrupan a empresas que trabajan en el tratamiento y distribución de agua a nivel global.
3. Fondos de inversión tradicionales Algunas gestoras ofrecen fondos de inversión activos centrados en agua o infraestructuras hídricas. Suelen tener una comisión de gestión algo más alta que los ETFs, pero permiten una gestión profesional y activa.
4. Bonos verdes y sostenibles Otra vía es invertir en bonos emitidos por entidades que financian proyectos relacionados con la sostenibilidad hídrica. Estos bonos están vinculados a objetivos concretos, como la mejora del acceso al agua potable o la eficiencia en sistemas de riego.

Riesgos a tener en cuenta
Como toda inversión, el sector del agua también tiene riesgos. Los principales están relacionados con:
- Regulaciones políticas y medioambientales.
- Costes de infraestructuras y mantenimiento.
- Competencia y concentración del mercado.
- Eventos climáticos extremos que afecten a la oferta o demanda.
Por eso es importante diversificar y no concentrar demasiado capital en un solo sector, por mucho potencial que tenga.
¿Es buena idea?
El agua es uno de los recursos más valiosos del planeta y su escasez está convirtiéndola en un activo estratégico. Invertir en agua, ya sea a través de acciones, ETFs, fondos o bonos sostenibles, puede ser una forma de posicionarte en un sector con potencial de crecimiento a largo plazo, mientras contribuyes al desarrollo sostenible.
Eso sí, como con cualquier inversión, conviene analizar bien los productos, entender los riesgos y consultar con un asesor si tienes dudas. Pero si buscas algo más que rentabilidad, el agua puede ser una inversión con valor económico, social y ecológico.
